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LLEGA EL PRIMER FLYING SPUR "OMBRÉ"

Este exclusivo tratamiento mezcla dos colores complementarios a lo largo de la carrocería —desde el frontal hasta la zaga— creando un degradado que recorre puertas, umbrales y techo. Cada vehículo se pinta a mano en el taller de la Dream Factory de Bentley en Crewe, Inglaterra, por artesanos especializados.

En el Flying Spur el acabado pasa del azul topacio vibrante en la parte delantera al azul Windsor más oscuro en la trasera; la transición se produce en la sección central y se aplica por etapas. El proceso exige casi sesenta horas de trabajo de dos técnicos altamente cualificados y comienza pulverizando los colores individuales en las zonas frontal y posterior de la carrocería. Se utilizan pinturas teñidas mediante métodos de mezcla tradicionales para lograr el efecto Ombré y un control extremo para que la transición sea simétrica en todo el coche.

La técnica Ombré se ofrece además en dos combinaciones adicionales: Sunburst Gold con Orange Flame y Tungsten con Onyx. Dada la complejidad de unir dos pinturas distintas, las parejas de color se han escogido para asegurar una transición suave y evitar la aparición de un tercer tono intermedio (por ejemplo, mezclar amarillo y azul podría producir verde). Cada pintura reacciona de manera diferente al aplicarse, y la destreza de los técnicos reside en adaptar la pulverización a esa respuesta durante el proceso. Esa variabilidad hace que cada ejemplar sea único, aunque a simple vista muestre un acabado impecable.

La presentación del Ombré Flying Spur forma parte de la presencia de Bentley en el Salón Náutico Internacional de Southampton, que se celebra desde mañana y hasta el 28 de septiembre. Este Flying Spur sucede al primer automóvil pintado con la técnica Ombré: un Continental GT que debutó este año en The Quail, A Motorsports Gathering, dentro de la Monterey Car Week. Bentley anuncia que en el futuro revelará nuevas combinaciones de colores para la gama Ombré, manteniendo la artesanía y el trabajo manual como sello distintivo de la propuesta.

Los clientes podrán encargar la opción Ombré como parte del programa Mulliner, que permite niveles de personalización. Además del trabajo de pintura, el coche recibe pruebas, controles de calidad específicos para verificar uniformidad, adherencia y acabado. Bentley subraya que el proceso manual convierte cada Flying Spur en una pieza única.